Las marionetas «puppets» nos ofrecen grandes posibilidades de participación por parte de los más peques y sobretodo por parte de los bebés, que son los que más se relacionan y más confían en las marionetas.
Son personajes bonitos, divertidos y que gustan mucho. Son muy versátiles, se pueden adaptar a cualquier situación, programación o actividad en clase. De hecho nos ayudan a mejorar la clase y en el caso de que nuestros peques no tengan un buen día, nos pueden ayudar a salvar la clase.
Las marionetas se presentan en formatos muy variados desde marionetas de brazo, marionetas de mano y marionetas de dedo. De diferentes colores, formas, de animales, de personas y de objetos.
En las manos del profesor, la marioneta se convierte en una herramienta muy útil. Se pueden emplear con una marcada función motivadora, como presentadoras de actividades, el ejemplo a seguir en situaciones comunicativas.
En las manos de los niños, las marionetas que hacen se impliquen en la actividad y adopten la personalidad de la marioneta. Les gusta coger a la marioneta, tocarla, jugar con ella y hacer que son ella por un rato. Esconder a la marioneta es siempre una actividad muy divertida, y los más peques se vuelven locos buscando a la marioneta por toda la clase.
Hay un factor muy interesante a tener en cuenta, es la función catártica ya que en la clase pueden existir niños tímidos o hiperactivos. A través de las marionetas pueden expresar sus inseguridades y deshacerse de esos miedos, otros las emplean para eliminar tensiones.
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